En el día de hoy, nos vamos a referir a los ruidos en la comunicación, ya que creemos importante el tema por que como docentes estamos expuestos permanentemente a estas situaciones al igual que nuestros alumnos.Chicos desatentos, que pierden rápidamente el interés y se dispersan. Docentes agotados, con gargantas que al fin del día parecen haberse deslizado sobre un áspero campo de batalla.
El culpable de este escenario tan ingrato no es otro que el ruido, un reconocido factor de stress que irrita, aumenta la inseguridad y disminuye la concentración y, en el ámbito del aula, impacta negativamente sobre el aprendizaje y el rendimiento escolar.
Los ruidos de la comunicación son aquellos factores negativos que interfieren en la interlocución de un mensaje haciendo que este termine siendo distorsionado y muy pocas veces bien comunicado.
Existen cuatro tipos de ruidos comunicacionales:
Fisiológico: Son aquellos ruidos provocados por el mal funcionamiento en los órganos de difusión o recepción.
Semántico: Sucede cuando no hay un significado compartido, en una comunicación es el mas común.
Psicológico Es la interferencia mental que imposibilita que recibamos el mensaje, preocupaciones, stress, dispersión mental encontramos ante este tipo de ruido.
Físico: Es externo al emisor y al receptor, un ejemplo común es dentro del aula,cuando hay recreo en otro ciclo mientras se dictan clases.
Si bien todos los ruidos son interferencias que dificultan la comunicación, creemos importante mencionar que comúnmente los niños expuestos al ruido presentan dolor de cabeza y sus niveles de atención disminuyen al igual que su concentración en el estudio, una exposición a largo plazo puede generar problemas muy graves como la pérdida de audición, insomnio, dificultades para la comunicación, irritabilidad e incluso agresividad.
La mayoría de las veces los niveles sonoros excesivos se deben a ruidos de tráfico, pero no hay que subestimar los problemas del deterioro ambiental sonoro, fruto de un aislamiento defectuoso de las aulas entre sí, o de una distribución deficiente de las actividades de los alumnos en el espacio y en el tiempo.Hemos comprobado que en determinados establecimientos escolares, la sala grande de recreo, alrededor de la cual se hayan situadas habitualmente las aulas, puede ser utilizada para entrenamiento deportivo; donde se celebran partidos de fútbol y otras actividades sumamente ruidosas, molestas para aquellos que trabajan. Los períodos de recreo a menudo escalonados según las clases de medianos, pequeños y mayores, en ciertas escuelas primarias, pueden provocar un ruido excesivo. Una sala de recreo donde los niños se expansionan corrientemente dando gritos puede alcanzar picos de 90 y 100 dB, sobre todo cuando los materiales utilizados en la construcción son muy reverberantes, dándose la circunstancia de que desgraciadamente así ocurre a menudo. Además de los ruidos exteriores, se superponen los sonidos procedentes de las actividades de los niños y la voz del educador.
Diversos estudios muestran que los altos niveles de ondas sonoras, como los que se generan en las avenidas transitadas, influyen de manera negativa en la concentración de los alumnos y afecta sus posibilidades de contestar ejercicios de manera correcta en cualquier examen, trabajo o tarea. Con este estudio se comprueba que el desarrollo del aprendizaje de los estudiantes es afectado por los paisajes sonoros que rodean a las escuelas ya que se distraen por los ruidos provocados en el exterior: circulación vehicular, pitidos, gente hablando, música, entre muchas otras cosas más. Por lo tanto, con este estudio es posible observar que la calidad de vida de los alumnos se ve disminuida por el hecho de obtener una menor calificación en sus trabajos, por lo que su educación se debilita; adicionalmente, el propósito de las instituciones que es enriquecer la educación de los niños no se cumple correctamente.
Entonces, de acuerdo a los resultados es conveniente estar informado sobre los problemas que causa el ruido al igual que controlar las fuentes de donde proviene.,
Ante esta situación nos pareció interesante plantear algunas estrategias para mejorar la comunicación aúlica.
1. Planificar los horarios de aquellas actividades fuera del aula que generen cualquier ruido externo.
2. Colocar protectores en las patas de las sillas y los escritorios.
3. Poner fieltro o goma en la base y en el interior de las bandejas y cajas de material a fin de reducir el ruido que se produce al recoger los materiales.
4. Descartar el uso de estuches y material educativo metálico.
5. Utilizar calzado de suela de goma
6. Delimitar las distintas zonas de actividad en el aula con alfombras, corcho o goma.
7. Usar fuentes de luz silenciosas.
8. Colgar paneles o figuras decorativas realizadas en corcho o en otro material absorbente.
9. Entelar paños de pared sobre un acolchado de algodón o colocar paneles de corcho en las paredes.
10. Instar a los alumnos a una actuación responsable que respete el bienestar del resto del aula..
Esperamos que les haya servido la información, como también estamos atentas a comentarios o sugerencias.
VICKY Y ALDA.
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