Los peligros de la televisión

¡Docentes atentos!

En esta oportunidad queríamos reflexionar con ustedes acerca del impacto que producen los medios masivos de comunicación en los niños, más precisamente, la televisión.

La televisión, brinda incentivos que agradan y atraen a los niños, ya que ella permite desarrollar al máximo, la curiosidad, la exploración, la novedad y las motivaciones de carácter social. A su vez, pone en marcha determinados sistemas neuronales, llamados “sistemas de gratificación cerebral” que les brindan una sensación de bienestar y los animan a repetir los mismos comportamientos, puesto que éstos, resultan sumamente  gratificantes.

Asimismo, la televisión provoca “inercia de la atención”, un estado que se caracteriza por una disminución en la actividad de las zonas del cerebro encargadas de procesar informaciones complejas. Esta inercia explica cómo es posible que determinados programas muy populares tengan tanto éxito a pesar de la mediocridad del contenido.  

Generalmente, la atracción que genera la televisión es similar a la que provocan otros medios como ser: Internet y los videojuegos. Éstos, además, resultan sumamente compatibles con ella, ya que,  al atractivo de las historias y las imágenes, se une una fabulosa interactividad.

Teniendo en cuenta todo lo mencionado con anterioridad, nos pareció importante compartir con ustedes no sólo los efectos que produce el abuso en la utilización de algunos medios audiovisuales, como la televisión, en los niños, sino también brindarles pautas para reconocer en nuestros alumnos este tipo de abuso que puede derivarse en una adicción, a saber:

· Ve mucha más televisión que el promedio de telespectadores.
· La utiliza como un sedante, no como simple entretenimiento.
· Selecciona poco o nada los programas (practica mucho zapping).
· Se siente incapaz de delimitar el tiempo de visión (no puede apagarla).
· Experimenta relajación mientras la ve, pero luego se siente peor que antes de haber empezado.
· Está descontento de sí mismo por ver tanta televisión.
· Se siente desgraciado cuando está privado del televisor.

Quizás como docentes podríamos, a través de un intercambio reflexivo en el aula, abordar estas problemáticas tan cotidianas. Promover un diálogo que nos permita conocer más detalladamente las pautas antes mencionadas. Asimismo, es ideal, plantear institucionalmente la necesidad de realizar talleres educativos abiertos a la comunidad, en la que se puedan analizar y debatir en forma conjunta todas éstas problemáticas actuales con el fin de contribuir al desarrollo de hábitos saludables para nuestros pequeños. 

Esperamos tus comentarios e ideas que ayuden a concientizar a otros docentes permitiendo mejorar cada día esta hermosa tarea de enseñar y aprender juntos. 

                                                                                               Vicky y Alda.